domingo, 16 de abril de 2017

Crítica Lo que fue de ella - Gayle Forman







Sinopsis: 


Han pasado tres años desde que Mía, tras el trágico accidente, dejó su ciudad natal en la Costa Oeste para iniciar su nueva vida en Juilliard, el prestigioso conservatorio de Nueva York. Y también tres años desde que abandonó a Adam sin darle explicaciones. La idea de perder a Mía supuso para Adam un auténtico tormento, que cristalizó en un puñado de canciones que los catapultaron a él y a su grupo de música a la fama.
Ahora, convertido en una auténtica estrella del rock, con una novia famosa y acosado continuamente por fans y periodistas, Adam vive sumido en un estado permanente de hastío y confusión hasta que una noche, en Nueva York, su camino vuelve a cruzarse con el de Mía, ya convertida en la excepcional chelista que prometía ser.
El inesperado encuentro se prolongará hasta el amanecer y les brindará la oportunidad de abordar lo que ocurrió realmente en el pasado y lo que el futuro podría depararles.


Crítica:


Como bien explica la sinopsis, la novela comienza tres años después del final de Si decido quedarme. Tanto Mía como Adam han logrado cumplir sus sueños y mientras uno triunfa con su grupo y mantiene una relación con una novia famosa, ella es una estrella del chelo pero ambos han tenido que pagar un precio muy alto: su separación, pero es que además Adam se siente sobrepasado con su vida actual, con el acoso por parte de fans y periodistas y con algunas diferencias que tiene con el grupo que le llevan a no sentirse a gusto con su vida. Tres años antes, después de que Mía saliese del hospital, intentaron seguir adelante con sus vidas, con su relación y se empeñaron en cumplir sus sueños pero en el camino se fueron alejando y han pasado años sin verse. Ahora vuelven a encontrarse en Nueva York y deciden pasar una noche recorriendo la ciudad. Mía le lleva a los lugares más emblemáticos, y mientras, charlan sobre sus vidas actuales pero también del pasado, van cerrando heridas, abriendo otras y descubriendo cosas, entre ellas, Adam descubre el motivo por el cual Mía se fue alejando de él, algo que siempre se ha preguntado y que no ha podido superar del todo.
La historia está narrada desde el punto de vista de Adam y se cuenta de forma alterna, es decir, en algunos capítulos Adam cuenta y recuerda el pasado o narra el presente y en otros narra el presente: su encuentro con Mía, el recorrido por Nueva York con ella etc.

Para aquellos que no hayan leído el libro ni visto la película de la primera parte, dejo un pequeño resumen: Mía es una adolescente de dieciséis años que vive feliz con su madre, su padre y su hermano pequeño de ocho años. Su sueño es entrar en el conservatorio Juilliard de Nueva York y pronto tendrá la oportunidad de examinarse para entrar por lo que practica para que todo le salga genial y consiga su sueño aunque para ello deba alejarse de su familia, de su novio y trasladarse a otra ciudad.
Un día en pleno invierno su familia decide salir de excursión y lo que pretendía ser un fabuloso día en familia termina siendo un infierno para Mía puesto que tienen un accidente en el que sus padres mueren en el acto y ella y su hermano resultan malheridos.
Mientras el cuerpo de Mía se debate entre la vida y la muerte, la joven debe decidir si quiere seguir adelante.



Opinión:


La primera parte de esta historia la descubrí gracias a una amiga que me habló sobre la película ya que a ella le encanta. Yo era un poco reacia a verla hasta que un día me decidí y vi la película. ¡Me encantó! Lloré un montón y cuando llegó el final y vi que se quedaba tan interesante comencé a buscar información sobre la segunda parte y fue entonces cuando decidí que la segunda novela la tenía que leer sí o sí (la primera no la he leído todavía, solo vi la película). Tenía mucha lectura pendiente así que la acumulé con la intención de leerla lo antes posible y ese día llegó. En menos de una semana he devorado la historia, me ha encantado aunque tengo que confesar que al principio se me hizo algo pesada y no conseguí entrar en la historia pero en cuanto llega el reencuentro con Mía, me metí de lleno y tenía que organizar la lectura y leer poco a poco para no devorarla toda entera en un día, leía dos capítulos por día,
La forma de narrar en primera persona se hace más amena y ayuda a conectar mejor con los personajes, de forma que es más fácil que transmitan al lector lo que ellos sienten y logra una mayor empatía.
También me ha parecido estupendo el hecho de que se cuente tanto el presente, como lo sucedido a lo largo de esos tres años en los que no se ven y así poder conocer qué ha sido de la vida de Adam y los pasos que ha dado hasta llegar al presente. Considero que no ralentiza para nada el estar leyendo un capítulo en el presente y que el siguiente sea sobre el pasado, ayuda y enriquece más la novela.

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