domingo, 19 de marzo de 2017

Crítica Pasión en la isla - Karen Robards







Sinopsis:


Lady Catherine Mabry, joven y exquisitamente hermosa,  ha sido educada por las gobernantas más formales de Inglaterra y ha asistido a las mejores escuelas, pero Jonathan Hale hace que se sienta como una vulgar prostituta. El lujurioso pirata ha abordado el barco que la llevaba desde Portugal rumbo a Inglaterra, y le ha perdonado la vida a cambio de una noche de pasión salvaje y desatada.
Arrastrada a Las Palmas, una isla lejana habitada por piratas, Catherine solo anhela la oportunidad de cortarle el cuello pero el deseo de él no tiene límites, y muy pronto la carne de Catherine clama por su experto contacto.



Crítica:


El libro comienza con una mirada al pasado de la vida de Catherine, en la que conocemos la niñez y la juventud del personaje, rodeada de lujos y comodidades y es que ella es una joven rica cuyo padre es nada más y nada menos que el embajador de la reina de Inglaterra en Portugal.

En la época actual, su padre decide que junto a su criada, con la que tiene una relación de amistad muy estrecha, vuelvan a Inglaterra y les consigue pasajes para uno de los barcos que parte hacia allí de forma inminente: el Anna Greer. Es aquí donde comienzan las aventuras puesto que justo en el momento en el que Catherine se queja de que está aburrida y de que no le pasan cosas interesantes, el barco es atacado por una banda de piratas. Catherine y su ayudante se esconden en el armario pero no pueden evitar lo inevitable y acaban descubriendolas dos de ellos que, además, tienen intenciones de violar a la protagonista. Intentándolo están cuando entra en el camarote el capitán Jonathan Hale que despacha inmediatamente de allí a los dos rufianes. Catherine le agradece que la haya salvado e incluso respira aliviada pero pronto descubre que el verdadero peligro está por llegar porque Hale la toma como prisionera junto a su sirvienta y se las lleva a su barco con la intención de que Catherine se acueste con él. Ella se resiste pero después de compartir varios besos la verdad es que el deseo comienza a aumentar en ella así que finalmente se deja llevar pero después se arrepiente y le acusa de violación.
A partir de ese momento los tiras y aflojas entre los protagonistas están a la orden del día, como en muchas de las novelas históricas y serán constantes tanto los momentos de peleas como las de pasión desenfrenada pero Catherine a pesar de que no puede resistirse a él está dispuesta a abandonarle y cuando finalmente lo consigue es cuando comienza la acción de verdad puesto que ella se mete en problemas, él milagrosamente la encuentra y la salva pero le hieren de gravedad y es ahí cuando ambos descubren muchas cosas, entre ellas  el hecho de que sienten más de lo que están dispuestos a admitir. Catherine le cuida mientras él se recupera y él aunque se resiste al principio, porque es un hombre fuerte acostumbrado a dominar, finalmente termina relajándose y dejándose cuidar y mimar.

Ese momento marca un punto de inflexión entre ellos, un antes y un después porque los dos se dejan querer pero después varios acontecimientos, no muy buenos y agradables, pondrán a prueba esa nueva confianza que se tienen el uno al otro porque a los problemas a los que se tienen que enfrentar cuando los ingleses, que han estado buscando a Catherine desesperadamente, les encuentran no serán pocos ni fáciles y menos cuando obligan a Jonathan a llevar a cabo determinado acto después de que le hagan creer que ha sido vilmente traicionado y esto hará que salga lo peor de él y termine haciendo cosas que después le pesarán demasiado.

A pesar de que los protagonistas, lógicamente llevan el peso de la historia, los secundarios como la sirvienta de Catherine o Petersham, la mano derecha del capitán Hale, completan la historia con su carácter y su forma de ser ya que ambos son aliados de Catherine y la ayudan casi siempre poniendose de su parte. Su sirvienta la cuida, la protege y se da cuenta de muchas cosas antes de que lo haga Catherine por lo que intenta aconsejarla y guiarla y Petersham también se convierte en un apoyo para ella y en muchas ocasiones se posiciona de su parte para asombro de Jonathan, ya que para él, debería serle fiel únicamente a él pero Petersham no puede evitar sentir cariño por Catherine y ponerse de su parte.

Opinión:

Me gustan mucho las novelas en las que hay piratas así que este libro ya de entrada tenía gran parte ganado para que me gustase pero es que la historia completa me ha enganchado de principio a fin. Es muy difícil no leer el libro de un tirón porque engancha desde el principio, no decae y mejora página tras página.
Es emocionante ver lo apasionante que es la historia, cómo evolucionan los personajes, cómo madura Catherine y cómo Jonathan se va dando cuenta de que su carácter y sus formas no son las mejores y de que no puede ser así toda la vida y es que el tiene un carácter del demonio, llegando a ser muy cruel en muchas ocasiones y en repetidas ocasiones trata a Catherine de una forma que deja mucho que desear.
Por lo demás es un libro fantástico que recomiendo sin ninguna duda.

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