lunes, 20 de agosto de 2018

Crítica: Un beso en París - Stephanie Perkins


¡Lo prometido es deuda! El sábado, cuando publiqué el book tag, dije que pronto subiría la reseña del libro que estaba leyendo y aquí está. Se trata de Un beso en París de Stephanie Perkins, la primera novela de una trilogía.




Sinopsis:

La Torre Eiffel, Amélie y un montón de reyes que se llaman Louis. Eso es todo lo que Anna conoce de Francia. Por eso, cuando sus padres le anuncian que pasará un año en un internado de París, la idea no acaba de convencerla.
Pero, en la ciudad del amor, conoce al chico ideal: Étienne St. Clair. Es listo, encantador y muy guapo. El único problema es que tiene novia. ¿Conseguirá Anna el ansiado beso de su príncipe azul?
El humor y la tensión que se respiran página a página en el debut literario de Stephanie Perkins te atraparán y te llegarán al corazón.

Reseña:

La vida de Anna, una joven de 17 años que vive en Atlanta con sus padres y su hermano, da un giro cuando sus padres le anuncian que le han matriculado en un internado de París para cursar allí el último año de instituto. Lejos de entusiasmarse porque estará un año en la ciudad de la luz y del amor, para Anna esto supone una desgracia y no le entusiasma nada la idea. No quiere separase de su familia ni de sus amigos.

El proceso de adaptación no le resulta fácil puesto que está en una ciudad que no conoce y no sabe francés, pero el mismo día en el que llega conoce a los que serán sus amigos en esa aventura que le espera: Meredith, Étienne, Josh y Rhashmi. Anna se siente atraída por Étienne desde el primer día pero el hecho de que a Meredith también le gusta y de que ella tiene "novio" en Atlanta hace que intente, de alguna ignorar esos sentimientos, y darle prioridad a la amistad que tienen.
Se convierten en buenos amigos y él, al igual que el resto de sus amigos, hacen que su estancia en París sea más agradable: no dudan en prestarle su ayuda con el idioma, con las clases, la sacan a conocer la ciudad y además, Étienne congenia muy bien con Anna porque tienen varias cosas en común: él no es francés, sino norteamericano y comparte con Anna una de sus pasiones: el cine. Ello hace que pasen mucho tiempo juntos, que se conozcan a la perfección y que la atracción que sienten el uno por el otro vaya en aumento, aunque en parte sea un amor prohibido, ya no solo porque a Meredith también le guste, sino porque Étienne tiene novia.

Por si eso fuera poco, la historia se complica cuando la vida de Étienne también da un giro y debe afrontar una dura situación en la que tiene el apoyo de todos sus amigos. El último año de instituto se presenta duro para los dos de una u otra manera y para ambos será un año difícil de afrontar, superare y olvidar, pero el tenerse los unos a los otros es clave para mantenerse fuertes y salir adelante.

Opinión Personal:

Este era un libro que tenía muchísimas ganas de leer desde que conocí su existencia. La sinopsis me llamaba muchísimo la atención y el hecho de que transcurriese en París me entusiasmó más, puesto que es una ciudad que tuve la oportunidad de visitar con mi familia hace 4 años y de la que guardo grandísimos recuerdos. Siento por ella algo muy especial.

En cuanto pude me hice con él y comencé a leerlo con muchísima ilusión, el libro es precioso y la autora transmite muchísimas emociones a través de él. La historia está muy bien construída y narrada de modo que nos introduce en ella desde el principio, al igual que los personajes están muy bien desarrollados, sobretodo Anna y Étienne, y conectar con ellos resulta muy sencillo. Podemos identificarnos con ellos perfectamente. ¿Quién no ha pasado alguna vez por la situación de llegar nuevo a un colegio, a un trabajo, a una academia y ha tenido que pasar por el mal trago de la vergüenza, la inseguridad, un poco de miedo y un proceso de adaptación? Todos hemos pasado por ahí en algún momento de nuestra vida y nos tocará vivirlo más de una vez.

A todo esto, hay que sumarle lo detallada que es la historia en cuanto a la descripción de la ambientación. Stephanie Perkins describe los lugares más significativos y emblemáticos de París como Notre Dame y su point zéro, sus calles o los paseos al lado del Sena de una forma tan detallada que uno puede sentir que se encuentra allí, es decir, Perkins tiene la capacidad de trasladar a los lectores a estos maravillones rincones parisinos.




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